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Temperatura basal: norma, medición, interpretación de los resultados

Las mujeres modernas subestiman el uso de medir la temperatura basal. Es simple, barato y muy informativo. Esta técnica ayudará a determinar si la ovulación se produce y cuando, para sospechar de trastornos hormonales, procesos inflamatorios, la amenaza de la terminación del embarazo.

La temperatura basal, cuya norma varía dependiendo de la fase del ciclo, se mide en el ano a un cierto tiempo de la mañana. Esto debe hacerse con un termómetro de mercurio o electrónico después de despertarse en la cama. Es recomendable no abrir los ojos ni hablar. El termómetro debe ser preparado por la noche y puesto de tal manera que sea posible alcanzarlo.

Es mejor registrarlo inmediatamente, para no olvidarlo. Se puede obtener una temperatura basal normal en un estado de reposo físico y psicológico. Si el día antes de que la mujer consumió alcohol, tuvo relaciones sexuales, sufrió estrés, se acostó de manera inusual y tardía, estaba muy cansado, tomó medicamentos, el resultado sería recibido poco fiable.

No tiene sentido realizar mediciones a altas temperaturas corporales durante la influenza y otras enfermedades. Sobre tales factores es necesario tomar notas donde se registran las mediciones. Además, es necesario tener en cuenta la naturaleza del flujo vaginal y la intensidad de la menstruación.

El ciclo normal consiste en la ovulación, las fases folicular y lútea. En el principio de los folículos empezar a madurar, entonces uno dominante se asigna. En esta fase, los principales son los estrógenos, sintetizados por los ovarios. Proporcionan una baja temperatura basal.

Cuando el folículo madura, ocurre la ovulación. Formó un cuerpo amarillo que secreta progesterona. Esta hormona es responsable de la preparación del endometrio para la implantación del embrión, y en el inicio del embarazo – para su mantenimiento.

También proporciona una alta temperatura basal en la segunda fase (luteal) del ciclo y en los primeros meses de la maternidad. Su valor inferior a 37 grados puede considerarse como una amenaza de terminación del embarazo.

Las mujeres, que ellos mismos o por recomendación de un médico comienzan a utilizar este método, están interesados en lo que la temperatura basal debe ser. No hay una sola respuesta a esta pregunta, porque es muy individual. Lo más importante, en la primera fase, fue baja, y en la segunda alta. La diferencia entre los valores debe ser superior a 0,4 grados.

Norma promedio de temperatura basal:

  • La fase folicular es de 36,3 – 36,8;
  • La fase lútea es 37-37,2.

Con el fin de facilitar la percepción de los datos obtenidos, se construyen gráficos de temperatura basal. El eje horizontal marca los días del ciclo, y los valores verticales indican los valores obtenidos.

La ovulación ocurre cuando el gráfico muestra un salto desde un bajo nivel de temperatura hacia arriba. A veces hay una recesión antes de esto, aunque esto no es necesario. Este fenómeno se explica por la liberación adicional de estrógenos.

El aumento de la temperatura normalmente no debe durar más de 3 días. Si se produce más tiempo, algunos expertos creen que esto indica la luteinización del folículo.

La longitud de la segunda fase suele durar 14 días, si es menor de 12, e incluso más de 10 días, es posible sospechar su insuficiencia. Esto requiere el examen hormonal, la consulta de un ginecólogo y la toma de progestágenos. Asignar cualquier tratamiento sólo a tiempo es absolutamente imposible.

Una pequeña diferencia en los valores medios entre la segunda y la primera fase puede indicar insuficiencia de estrógeno y / o progesterona. Una gráfica con saltos significativos, que no tiene una región de lecturas altas y bajas, indica una anovulación.

La temperatura basal, cuya norma depende de las características individuales, debe medirse durante un mínimo de tres meses. Entonces usted puede sacar conclusiones.

Así, la temperatura basal, cuya norma es individual, se puede utilizar para diagnosticar diversas patologías hormonales en ginecología. Esta técnica se utiliza activamente para encontrar las causas de la infertilidad. Es simple, económico e informativo cuando se usa correctamente.