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Planificación fiscal en la empresa

La planificación fiscal de la empresa prevé una serie de actividades que contribuirán a optimizar la tributación o, en otras palabras, reducirán el nivel de impuestos por medios legales. El gerente debe prestar especial atención a la planificación deliberada y regular de los ingresos fiscales. De lo contrario, para una entidad comercial, las actividades no planificadas pueden tener consecuencias negativas como una disminución de los activos circulantes de la empresa, una pérdida de estabilidad financiera y una reducción en la posibilidad de un mayor desarrollo.

La planificación tributaria en la empresa debe llevarse a cabo ya cuando se establezca la empresa, teniendo en cuenta la elección de las direcciones de la actividad económica y del sector empresarial.

El propio proceso debe llevarse a cabo a través de actividades específicas llevadas a cabo en todas las etapas del funcionamiento de la organización.

Los principales métodos de planificación fiscal deben indicarse en forma de un elemento obligatorio del plan de negocios. El propósito principal de este documento es proporcionar formas legales para optimizar los pagos de impuestos y calcular el logro del desempeño requerido de la empresa.

Debido a la planificación a largo plazo, la dirección de la empresa puede elegir el mejor régimen fiscal para su empresa. En el proceso de implementación de las medidas correspondientes, se desarrollan las directrices de política financiera y económica para reducir la carga fiscal de la empresa.

Por lo tanto, como un método de planificación fiscal puede servir para delinear la conclusión de las transacciones y los impuestos. Dependiendo de la dirección elegida, los especialistas de la empresa se determinan con las herramientas para lograr los mejores resultados en esta dirección.

El holding necesita atención especial. Al mismo tiempo, la planificación fiscal difiere en la empresa en la etapa de su creación, así como en el proceso de funcionamiento.

Para lograr los resultados más positivos de la empresa, es necesario elaborar constantemente una serie de puntos.

En primer lugar, la optimización de la fiscalidad de la empresa comienza con un análisis del modelo de tributación del impuesto sobre beneficios de la empresa, la determinación de fortalezas y debilidades en este sector.

En segundo lugar, para tener un panorama completo de las actividades de la empresa, se considera la estructura organizativa, se elabora una lista de los principales compradores, proveedores y otras contrapartes.

La tercera etapa de la planificación fiscal en la empresa implica el estudio de todas las actividades contractuales, así como los documentos primarios de la contabilidad fiscal.

El siguiente paso es calcular el nivel de la carga tributaria de la empresa. El resultado del paso cualitativo de esta etapa puede considerarse la elección del mejor método para llevar a cabo las actividades económicas. Antes de tomar una decisión, la dirección de la empresa debe analizar minuciosamente las consecuencias y los posibles resultados de la introducción del modelo de imposición elegido.

La última etapa en la planificación fiscal es la aplicación directa del modelo de imposición elegido con un cálculo detallado del volumen de pagos de impuestos, así como el desarrollo de todos los registros contables de acuerdo con una nueva línea de negocio.

Una de las maneras de optimizar la tributación de la empresa puede considerarse la disponibilidad de especialistas altamente calificados que garantizarán una gestión adecuada de la documentación primaria y la presentación oportuna de informes a las autoridades fiscales. Esto ayudará a evitar costes adicionales en forma de multas.

En ningún caso debe confundir la optimización de los ingresos fiscales con su minimización. Su principal diferencia es que la primera se logra por medios legales, y la segunda no. Precisamente la minimización de la fiscalidad es objeto de gran atención por parte de las autoridades fiscales.