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Integración vertical y sus características

La integración vertical es la inclusión en la estructura de la empresa de aquellas empresas que están asociadas a ella a través de una única cadena tecnológica. Este término también se refiere a la fusión de industrias unidas por una cadena tecnológica, como consecuencia de lo cual una empresa recibe el control sobre ellas. Hay varias definiciones de este concepto, y todas ellas difieren en el grado de control de una empresa sobre otra.

La estrategia de integración vertical puede tener tales subespecies:

  1. La integración directa, cuya esencia consiste en combinar las etapas de producción y comercialización con valor añadido (es decir, las etapas iniciales se combinan con las posteriores). Un ejemplo es la integración del montaje de automóviles y su distribución.
  2. Integración inversa, en la que el valor agregado se combina con las etapas anteriores del proceso tecnológico (por ejemplo, la empresa que monta automóviles se integra con la que suministra los componentes).

La integración vertical tiene ciertas características positivas de la conducta, entre las cuales se denominan:

  1. El objetivo de las empresas es fortalecer la posición competitiva.
  2. Si la integración se realiza a nivel de proveedor, esto mejora sus capacidades, así como mejora las habilidades y proporciona la experiencia que necesitará para lograr una posición competitiva más competitiva.
  3. Si la integración vertical se lleva a cabo en varios eslabones de la cadena, ayuda a la empresa a obtener nuevas competencias, así como a aumentar el valor de los productos propuestos por el consumidor.
  4. Este procedimiento permite a la empresa aumentar los volúmenes de ventas y controlar el nivel de servicio.

Sin embargo, junto con los méritos indudables, este procedimiento también tiene algunos inconvenientes:

  1. Crecimiento del riesgo empresarial y aumento de la inversión de capital.
  2. La integración vertical obliga a la empresa a centrarse sólo en uno mismo.
  3. La empresa se vuelve menos susceptible a los cambios en la demanda de los consumidores.
  4. Para implementar la integración se requiere la disponibilidad de diferentes habilidades y habilidades.
  5. La flexibilidad de la producción de la compañía es algo reducida.

Por lo tanto, esta integración es rentable cuando el mercado de ventas está creciendo . Cuando el proceso es inverso, la velocidad de producción no tiene sentido, porque los almacenes ya están llenos de mercancías.

Existe la integración horizontal, que consiste en tomar el control o la absorción total de una empresa que se encuentra en el mismo nivel de producción que la empresa absorbente. Entre sus aspectos positivos se puede identificar la reducción de costos, que se logra a través de procesos duplicados, reduciendo la competencia y compartiendo experiencias.

Sin embargo, también hay aspectos negativos en este procedimiento: los procesos de integración son muy largos, el personal no está satisfecho, el nivel de diversificación se reduce.

Si la perspectiva es a medio plazo, este tipo de integración puede ahorrar mucho. Si el tiempo es corto, este procedimiento puede causar una disminución en la producción.

Nótese que la integración vertical y horizontal tiene ciertas características de implementación, las cuales deben ser tomadas en cuenta para lograr un resultado exitoso. Por lo tanto, para aumentar el mercado, que está en aumento, es más apropiado utilizar el primer tipo. Si las ventas caen, la integración horizontal ayudará a reducir los costos en el mediano plazo.

Recientemente, el segundo tipo de procedimiento se está utilizando cada vez más, porque el mercado ha disminuido. Es la integración horizontal la que ahora viene a la delantera, aunque hace unos años todos hablaban de construir estructuras verticales.