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El concepto y la función de las emociones

¿Qué es una emoción? Se trata de un proceso que refleja la evaluación subjetiva, la experiencia y la actitud de una persona hacia el mundo que lo rodea, hacia los acontecimientos y situaciones externas, actuales o posibles, hacia el estado interno de su organismo, hacia sus propias acciones y acciones. Todo lo que una persona hace, experimenta, con lo que interactúa, genera diversas emociones.

Los antiguos filósofos trataban las emociones de manera extremadamente negativa, creyendo que los estallidos emocionales interfieren con una persona, destruyen su actividad razonable. Con tal actitud en nuestros días, se puede encontrar en la práctica legal, donde el estado de afecto, que conduce a la pérdida de control sobre la acción en el momento del delito, se ve como un factor atenuante. Sin embargo, las emociones en el desarrollo evolutivo del hombre como especie biológica desempeñaron un papel positivo. Según los investigadores, una persona tiene el mundo emocional más rico y más diverso en comparación con otros animales, por lo tanto, las emociones juegan un papel cierto y muy importante en su supervivencia, desarrollo y mejora.

Funciones de las emociones

Una de las funciones más importantes de las experiencias emocionales es la función de la motivación o movilización, que estimula o inhibe a una persona en la realización de una determinada actividad y se manifiesta, en primer lugar, a nivel fisiológico. Dependiendo de la situación, las emociones dirigen o controlan la actividad de una persona.

Las funciones organizativas de las emociones dibujan fuerza y atención a una actividad, mientras que impiden la implementación de su otra clase y actúan en este caso como un factor desorganizador. Por ejemplo, el estado del afecto en ciertos casos puede ser útil, deshabilitando la mente y movilizando los recursos físicos ocultos internos del cuerpo humano en una situación de peligro para la vida.

Las funciones de evaluación de las emociones permiten, antes de que la mente se une, determinar el significado de la situación actual, el estado interno del organismo o un estímulo externo, y dirigir un proceso adicional de procesamiento consciente de la información recibida en un determinado canal.

Las funciones reguladoras de las emociones en la psicología también se llaman funciones de fijación – inhibición, formación de trazas, refuerzo. Son uno de los mecanismos que regulan la actividad interna de una persona, dirigida a satisfacer ciertas necesidades. Cualquier necesidad genera experiencias emocionales que pueden tener sobre ella y la predicción de su satisfacción tiene un impacto diferente. Por ejemplo, el miedo puede interferir con la realización de una necesidad específica, y la emoción y la alegría de pequeños éxitos contribuyen al logro de la meta final. La experiencia de las emociones negativas y positivas, conectadas con éxitos y fracasos en la vida, deja en la experiencia de la persona significativas "muescas" que ayudan en situaciones similares a elegir formas adecuadas de reacciones conductuales.

Las funciones regulares de las emociones fluyen lógicamente en una función anticipatoria, que tiene como objetivo motivar las acciones futuras. Las emociones, por regla general, superan el desarrollo de los acontecimientos y, dependiendo de sus características, indican un resultado favorable o negativo. La experiencia emocional adquirida en el pasado siempre se utiliza para predecir el futuro.

Las funciones comunicativas de las emociones están estrechamente relacionadas con un concepto como empatía – empatía, "entrada" en el mundo emocional de otra persona, que promueve la comunicación y la comprensión mutua de las personas. El estado emocional suele ser contagioso. Uno tiene que reírse, y "infecta" a todo el grupo con su risa. Tales propiedades de estados emocionales son posibles sólo porque una persona es capaz de entender y aceptar las experiencias de otro.

La función comunicativa de las emociones es muy importante en la infancia, cuando los niños aún no son capaces de hablar, y la comunicación emocional es la única manera de interactuar con el medio ambiente.

Las principales funciones de las emociones son importantes reguladores en el conocimiento del mundo circundante. Promueven una mejor comprensión del estado interno y de los acontecimientos y fenómenos externos, y establecen personas para actividades conjuntas.