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Poliartritis reumatoide – signos y tratamiento

Muchas personas de 20 a 50 años sufren de enfermedades articulares. La más común es la poliartritis reumatoide. En este artículo vamos a hablar de lo que es esta enfermedad, cómo detectarla y tratarla.

La poliartritis infecciosa inespecífica (o reumatoide) es una lesión de los tejidos conectivos en el sistema articular. En contraste con la forma reumática, reumatoide de la enfermedad se caracteriza por la lesión progresiva de pequeñas articulaciones de manos, dedos, pies y otros con el desarrollo posterior de la deformación. No sólo las articulaciones están afectadas, sino también la piel, el bazo, los ganglios linfáticos y los riñones.

En la mayoría de los casos, los signos de la enfermedad se manifiestan después de la hipotermia, resfriados y enfermedades infecciosas (dolor de garganta, gripe, otitis). Además, el daño articular en las mujeres se observa 3 veces más que en los hombres. 15 – 20% de los casos conducen a una mayor discapacidad. Según la forma del curso la poliartritis reumatoide puede ser aguda y crónica.

Poliartritis reumatoide – síntomas

En los pacientes que están enfermos en la fase inicial hay un ligero aumento de la temperatura (hasta 37,5 ° C), una disminución del apetito, en la mayoría de los casos – ritmo cardíaco rápido. Después de 1,5 – 2 meses el paciente empieza a perder peso bruscamente, hay hinchazón y dolor en el área de las articulaciones afectadas, la temperatura corporal – elevada.

Las lesiones de las articulaciones son simétricas, los dolores son perturbados no sólo por el movimiento o el caminar, sino también en plena inmovilidad. La naturaleza del dolor en las articulaciones es progresiva, que se intensifica con mal tiempo o por las mañanas. Al comienzo de la enfermedad, el dolor está pasando, pero con mayor progresión a menudo tiene un carácter permanente. Con el tiempo, nuevas articulaciones están involucradas en el proceso en curso de la enfermedad.

Otro signo es la rigidez articular en la mañana. Por las mañanas, después de un sueño, el paciente apenas se levanta de la cama, apenas mueve las manos, dobla y desdobla las rodillas y los dedos. Este estado pasa después de un poco de calentamiento. Este síntoma es característico en la etapa temprana de la poliartritis. Y aquí lo principal es no perderse el momento y consultar a un médico de manera oportuna.

Los signos externos se indican por hinchazón persistente de las articulaciones, ligero enrojecimiento de la piel, cambios en el contorno de las articulaciones. Los miembros afectados tienen un aspecto "rubicundo", músculos – más finos y delgados, deformación y fragilidad de las uñas, con tiras blancas longitudinales pronunciadas.

Al tacto, la piel es fría y pegajosa, en la zona de las articulaciones hay sellos en forma de nódulos. Los nódulos reumatoides son el signo más característico de la presencia de poliartritis. Si los síntomas restantes, por ejemplo, hinchazón y rigidez, pueden ocurrir en presencia de otras enfermedades, entonces la presencia de nódulos – no. Los nódulos se encuentran debajo de la piel, de hasta 2 cm de diámetro, en forma de sellos blanquecinos e indoloros sobre el área extensora de las articulaciones afectadas.

Diagnóstico

El diagnóstico se basa en datos radiológicos, de laboratorio y clínicos. Por lo general, la disminución de los leucocitos en la sangre, un aumento de la ESR, una concentración de ácido siálico (por encima de 0,2) y fibrinógeno (más de 3 g / l), una reacción a la proteína C reactiva. Los huesos de los pacientes están empobrecidos con calcio, las articulaciones de las articulaciones se están estrechando.

Poliartritis reumatoide – tratamiento

El tratamiento de la enfermedad debe realizarse bajo supervisión médica, en caso de complicaciones, se indica la hospitalización obligatoria. El tratamiento de la poliartritis es bastante largo e implica el uso de:

  • Antiinflamatorios no esteroideos. Ellos alivian la inflamación, el dolor, tienen un efecto rápido de la acción. Efectos secundarios – la formación de úlceras e indigestión;
  • Corticosteroides que alivian la inflamación, alivian el dolor y otros síntomas;
  • Medicamentos antirreumáticos básicos que modifican el curso de la enfermedad (hidrosiclorohina, sulfasalina);
  • Medicamentos que previenen la formación de necrosis tumoral (adalimumab, infliximab, etanercept) mediante inyección subcutánea o intravenosa;
  • Fisioterapia (crioterapia, tratamiento con ozocerita, terapia magnética, ecografía y parafina). Se prescribe en combinación con la terapia con fármacos. Ayudará a normalizar el metabolismo, restaurar el flujo de sangre a las articulaciones enfermas, ralentiza el proceso de reducción de la masa de los huesos.

Recientemente, los procedimientos de purificación de sangre (hemosorción, plasmaféresis) han sido eficaces. En algunos casos, la mejor solución es realizar una operación quirúrgica para extirpar el bazo.

Si se detecta una enfermedad como la poliartritis reumatoide, el tratamiento debe realizarse inmediatamente, hasta que la enfermedad se convierta en crónica. En lo que sigue es extremadamente importante no permitir una nueva manifestación de la enfermedad. Para ello, se debe prestar especial atención al tratamiento de enfermedades crónicas como faringitis, sinusitis, amigdalitis, disbiosis.