503 Shares 6016 views

Tocoferol protege el cuerpo de los virus y los radicales libres

La vitamina E es una combinación de tocoferoles biológicamente activos liposolubles y tocotrienoles, que tienen fuertes propiedades antioxidantes. Participan en la síntesis de proteínas y en muchos procesos importantes del metabolismo tisular. Hay ocho formas de vitamina E, que se dividen en dos grupos: tocoferoles y tocotrienoles. De éstos, cuatro son tocoferoles y cuatro tocotrienoles. Están designados por los prefijos alfa, beta, gamma y delta. Esta vitamina liposoluble se asienta en los tejidos grasos, su deficiencia no es inmediatamente evidente, por lo tanto se diagnostica con gran dificultad. Esta importante vitamina viene con los alimentos. El tocoferol protege al cuerpo de los virus, evita la oxidación celular y el envejecimiento, promueve la reabsorción del coágulo sanguíneo y evita su formación, participa en el metabolismo celular y la respiración de las células. Gracias a esta vitamina, la nutrición de las células mejora, las paredes de los vasos sanguíneos y el miocardio se fortalecen. De acuerdo con la norma existente en nuestro país, la necesidad diaria de tocoferol es de 10 mg.

En los aceites vegetales, hígado, huevos de pollo, cereales, nueces, mantequilla y leche contiene tocoferol. La instrucción informa que al ingresar al cuerpo el fármaco es absorbido (con la ayuda de ácidos biliares) en un 50%, los productos metabólicos son excretados del cuerpo con orina y la parte no adsorbida del fármaco con heces. Con la ingesta insuficiente de vitamina en el cuerpo, el equilibrio se rompe: viene menos de lo que se consume. Debido a una deficiencia sistémica de vitamina E, que es la causa invisible y principal de muchas enfermedades, la capacidad de trabajo disminuye y los procesos de envejecimiento del organismo se aceleran: los radicales libres inducidos a nivel celular conducen a la aparición de muchas enfermedades crónicas degenerativas.

La vitamina E, como antioxidante, ayuda a estabilizar las membranas celulares y protege la piel, los ojos, el hígado, el pecho y los testículos, que son más sensibles a la oxidación. Protege los pulmones del daño oxidativo por sustancias dañinas que vienen del ambiente. La vitamina E ayuda a preservar la actividad biológica de la vitamina A – esta es otra vitamina liposoluble muy importante. También protege los ácidos grasos insaturados en el cuerpo y previene la oxidación de ciertas hormonas, por ejemplo, producidas por la glándula pituitaria y las glándulas suprarrenales. La formación de radicales libres y procesos de oxidación se asocian con el desarrollo de cáncer, por lo que los alimentos antioxidantes, incluida la vitamina E, pueden ayudar a prevenir el crecimiento del tumor. Además, el tocoferol protege al cuerpo de los virus.

La vitamina E es útil para la prevención y el tratamiento de numerosas enfermedades. Las propiedades antioxidantes características de la misma, ayudan en el tratamiento de enfermedades del corazón, diabetes, cáncer y artritis reumatoide. La vitamina E apoya el sistema inmunológico, produciendo una proteína inmune que mata virus, bacterias e incluso células cancerosas. Se sabe que esta vitamina se utiliza eficazmente en la prevención y el tratamiento del herpes simple (formado en la base inflamada vesículas agrupadas con contenido transparente), es decir, el tocoferol protege el cuerpo de los virus del herpes que son comunes y muy contagiosa y puede estimular el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.

La deficiencia de la vitamina puede conducir a somnolencia, incapacidad para concentrar la atención, la aparición de problemas reproductivos, distrofia muscular y disfunciones nerviosas. También, algunos otros factores pueden contribuir a la deficiencia de la vitamina E. Por ejemplo, la absorción pobre de la grasa, pues es una vitamina soluble en grasa y el cuerpo no puede tomarla si la dieta carece de grasas. Por lo tanto, debe tenerse en cuenta que la absorción de un nutriente depende de otros nutrientes. Al mismo tiempo, una dieta equilibrada es la clave para un cuerpo sano y prevenir las enfermedades, y el tocoferol protege al cuerpo de los virus, evitando la formación de radicales libres sólo bajo ciertas condiciones, uno de los principales es el correcto conjunto de alimentos en la dieta.

La vitamina E está disponible en cápsulas que contienen 100 mg de sustancia activa en aceite de girasol (acetato de tocoferol). La instrucción indica que la dosis diaria habitual puede oscilar entre 100 y 300 mg. Si es necesario, se puede aumentar a 1000 mg por día. Posibles reacciones alérgicas se producen en altas dosis en forma de diarrea, dolor abdominal. El fármaco no debe administrarse con mayor sensibilidad al tocoferol. Durante el embarazo o la lactancia, la vitamina E se puede tomar según lo prescrito por el médico.