898 Shares 2117 views

Espacio personal – cuidar de sí mismo y respetar a los demás

Espacio personal significa un territorio especial que nos separa del mundo que nos rodea. Este es un tipo de cáscara protectora que le permite sentir los límites de su personalidad y protegerlos.

A primera vista, esto es puramente un instinto animal: designar su territorio y de todas las formas posibles para protegerlo de la invasión. Pero en las personas esta necesidad también está presente – a nivel genético. Y puesto que estamos unidos también por los lazos sociales, el espacio personal de una persona no sólo es literalmente espacial, sino también social.

Nuestro espacio personal siempre "llevar con nosotros" y muy a regañadientes dejar entrar invitados no invitados. A finales de los años sesenta del siglo pasado apareció una nueva dirección: la proximidad, que estudiaba las señales no verbales, a través de las cuales la gente usa para comunicar el espacio circundante.

Según esta teoría, todo el espacio personal de comunicación puede dividirse en cuatro zonas principales, cuyos límites están determinados por el grado de intimidad que existe entre las personas. Y la ley básica de la comunicación puede formularse de la siguiente manera: la distancia entre las personas depende directamente de la proximidad entre ellas.

1. Zona de intimidad

La aproximación es de 15 a 45 cm, es la zona más importante, cuyos límites se cuidan con celeridad. En esta zona, dejamos entrar sólo a las personas más cercanas con las que estamos conectados por relaciones íntimas o familiares. Esto incluye personas con quienes tenemos el contacto emocional más cercano, o simplemente queremos establecer una conexión con ellos. Por lo tanto, cuando nos enfocamos completamente en una persona mientras nos comunicamos con él, involuntariamente nos movemos hacia él lo más cerca posible.

En nuestro mundo atestado, somos demasiado a menudo obligados a dejar entrar a extraños por su intimidad pública – en el transporte público, en línea, en una sala de cine o en una sala de conciertos. Al mismo tiempo, tenemos ansiedad inconsciente debido a la intimidad excesiva de extraños. De hecho – responde a la memoria patrimonial, que señala un peligro: "Cuidado, esto es un extraño". Por lo tanto, para evitar una neurosis típica a causa de la vida en una metrópolis y no provocar la agresión hacia uno mismo de los demás, es necesario observar varias reglas: tratar de no tocar a las personas de pie al lado del otro, no considerar largos forasteros para no violar las reglas básicas de la comunicación no verbal.

2. Zona de intimidad personal

La convergencia máxima en esta zona es de medio metro a 80 centímetros, es decir – la distancia del brazo extendido. En esta zona, permitimos a personas conocidas con las que no tenemos una relación personal especial. Por ejemplo, esto incluye personas con quienes nos comunicamos en una fiesta, en fiestas y en eventos oficiales.

La convergencia mínima en esta zona es de hasta 130 cm. Así, por ejemplo, nos comunicamos con conocidos reuniéndolos en la calle.

3. Zona de contacto social

El acercamiento máximo en esta zona se permite de uno y medio a dos metros, y el contacto mínimo es de dos a tres y medio metros. Esta distancia nos permite comunicarnos cómodamente para resolver problemas de negocios. Esto incluye contactos oficiales (en la tienda, en la oficina de correos, etc.), reuniones con conocidos ocasionales en varios eventos.

4. Distancia pública

Esta zona existe a tres y medio a cinco metros de la persona y representa una distancia clásica para el diálogo del profesor con los alumnos, el jefe con los subordinados, el profesor con los estudiantes.

Esto es lo que se refiere directamente a la cómoda distancia espacial relativa a otra persona. Pero el concepto de espacio personal también puede ser de naturaleza puramente social y denotar los límites del individuo: hábitos, gustos, tiempo personal, secretos, soledad. Esto es especialmente importante cuando un hombre y una mujer se encuentran, viven juntos, construyen una familia. Muy a menudo, las relaciones se desmoronan precisamente porque un socio se convierte en "demasiado", por lo que el otro tiene que dejar de lado para volver a sentir los límites de su personalidad.

¿Cómo podemos preservar el espacio personal en la relación para que la cercanía y la libertad coexistan pacíficamente bajo un mismo techo? La proximidad implica lealtad el uno al otro, la responsabilidad y el deseo de ayudar a su pareja. ¿Y qué significa la libertad en este caso?

En primer lugar, es necesario pasar algún tiempo por separado. Por ejemplo, puede ser el tiempo dedicado a un hobby o desarrollo personal.

En segundo lugar, incluso en un apartamento común, todos deben tener un rincón personal en el que uno puede estar solo.

En tercer lugar, no se puede exigir al socio plena apertura en todos los pensamientos y acontecimientos de su vida. El espacio personal se ve interrumpido por la lectura de las cartas de otras personas, cavando en el teléfono, vigilancia alrededor del reloj, dónde está, lo que hace, lo que come y lo que su pareja piensa en este momento.

Es extremadamente incómodo para una persona sentir que su pareja "disuelta" en él. Y lo más similar, "disolver" es también peligroso, porque la opción de uno, y con él y usted mismo, usted puede perder en cualquier momento por diversas razones. Así que no se pierda y respete el espacio personal de su gente cercana.